¿Como vais con los propósitos de Año Nuevo, Recio-adictos?
Estamos a mediados de enero, ¿seguís firmes e inasequibles al desaliento?
¿Seguís yendo al gimnasio todos los días, tomando borrajita para comer y para mojar en el café cual churro verde, y en ausencia total de humos de cigarros, cañas varias y pinchos de tortilla?
¡Os felicitamos!
Para los que ya a mitad de enero hayáis caído en el desánimo y cuando abrís la nevera por la noche os hundís en la más negra miseria al ver solo la lechuguita lacia y la pechuga de pavo, tan sosita y tan rosa ella, os decimos:
No pasa nada.
Esto de los propósitos de Año Nuevo se arregla mañana mismo.
¿Por qué hacemos propósitos de Año Nuevo?
Hay algo muy tranquilizador en hacer propósitos de mejora, ¿verdad? Qué bien nos hacen sentir…
Porque todos, todos, hasta supongo que Rafa Nadal, tenemos algo que mejorar. Y qué mejor momento que el Año Nuevo.
Y eso de decir “este año voy a…”, “a partir del 1 de enero dejo de…” esto nos deja la mar de satisfechos y tranquilos.
¿Por qué lo hacemos coincidir con el Año Nuevo?
Resulta que a los humanos nos gusta medir por años los acontecimientos y las decisiones importantes: “hace dos años que me mudé y vivo sola”, “hace cinco abrí mi negocio…” Podríamos seguir así siempre. No hace falta que sean años justos, entendemos esa medida porque forma parte de nuestra forma de medir las cosas importantes.
Así, hacemos coincidir un hito muy significativo del año que comienza con una toma de decisión, y parece que todo cuadra y tiene sentido.
Pero reflexionemos, ¿no será esto una maniobra de despiste? De auto convencimiento.
Si realmente quisiéramos cambiar algo… Nos los plantearíamos de otra manera.
Si el 11 de noviembre de 2019 por la mañana notas que el botón de tu vaquero favorito parece haberse movido y no hay forma de cerrarlo ¿no deberías cuidarte un poco el mismo día 11 por la noche?
Reflexionar para tener buenos propósitos
Deberíamos parar un momento y tener claro los objetivos que debemos conseguir, y sobre todo ¡ser concretos y realistas!
Vamos a poner un ejemplo que nos toca de cerca:
Uno de los propósitos que 9 de cada 10 españoles nos hacemos a principios de año es: tachán tachán, adelgazar.
Que bonito eso de decir: “en cuanto se acaben las fiestas me pongo a régimen.”
Pero para conseguirlo debemos cumplir algunas condiciones.
Como conseguir, de verdad, tus propósitos de Año Nuevo
Primera condición, tenemos que medir nuestro propósito: hacernos preguntas como las siguientes ¿cuánto voy a adelgazar? ¿Qué fecha tope me pongo?
Hace poco médico de familia retó a los vecinos de su pueblo a adelgazar, entre todos, 100.000 kilos en dos años. Eso si es un buen propósito y además, colectivo.
La fecha también es importante, no sé a vosotros, pero a nosotros tener un poco de presión para hacer algo nos hace ser más productivos.
Segunda condición: ¿es realista tu propósito? Empeñarse en cenar todos los días pescado y un montoncito de berros, cuando lo que nos pierde es un filetazo con sus patatas fritas…
Deberíamos reflexionar y ponérnoslo fácil. Los médicos recomiendan hacer 5 comidas al día y darnos un respiro algún día, por ejemplo, el domingo. Ese día disfrutar de algún dulce, una cañita o lo que más nos compense de nuestra dura semana.
Tercera y más importante: sentido común y compromiso. Si me paso un día, otro tendré que compensar; si hago ejercicio, quemaré más calorías y si me encantan las hamburguesas, no tienen desaparecer de mi mundo. Las comeré artesanas, con productos de calidad, recientes y bien jugosas. Como nuestras hamburguesas rellenas Recius no necesitan pan son la hamburguesa mediterránea perfecta para quién quiere seguir gozando de carne de calidad sin tener que atracarse de calorías a lo loco.
Y, por último, Recio-consejo: los propósitos de Año Nuevo deberíamos llamarlos de Día Nuevo.
Todos los días tenemos la oportunidad de mejorar y cambiar. Así que nada de deprimirnos, fustigarnos y creernos el escalón más bajo de la humanidad por pasarnos de la cuenta un día.
Mañana será otro día. Y tendremos la oportunidad de hacerlo mejor.
En ello estamos todos, ¿no os parece?
fotos de Miguel Bruna Annie Spratt Jamie Street David Beale on Unsplash